- las calles ruidosas y sucias. Aunque es difícil de creer, en Tokyo, con 40 millones de habitantes las calles están tan limpias como el suelo de tu casa, los coches no hacen ruido y las personas tampoco... excepto cuando comen fideos.
- la comida mediterránea (que no dieta!)
- las cervezas a 2 euros
- pegar el culo en la silla del curro durante 8 horas
- tener móvil
La Bea, que el primer día dijo que no volvería a comer ramen, está buscando cómo loca restaurantes de Ramen en Barcelona. Haberlos hay los!
La Dolo, tiene el cuerpo en Bcn y la mente (y casi el alma) en Tokyo. Se ha enamorado de esa ciudad.
Echamos de menos:
- los rascacielos y las vistas desde allí
- los viajes en metro
- los onsens
- el chorrito de agua del WC
- el sushi y maki
- estar rodeadas de japoneses
Nos alegramos de:
- entender los carteles, señales, anuncios, folletos, mapas, a la gente cuando habla...
- ver a nuestros gatos
- estar con nuestros amigos
- tener la ropa en los armarios y no en la mochila
- no sudar a todas horas
- que en Bcn hayan restaurantes japoneses
y de haber ido a Japón.
Os dejamos con la última noche. Nos dimos un lujito. Mas relajadas no podriamos estar:
¿El próximo año qué?
El próximo año: África