Las primeras conclusiones que tenemos son:
1- el inglés de los japoneses es pero que el mío (el de la Dolors). Llamé para reservar un ryokan en las islas de Okinawa, pues bien, la conversación duró 2 minutos entre los que hubo: risas cuando yo le decía Spain, thank you, please y poco mas.
Yo intentaba reservar para agosto y creo que ella entendía october. Eso si, la chica tenía una buena intención y unas ganas de entendernos que se notaba a kilómetros de distancia. Al final pedimos a un japonés conocido que hiciera unas cuantas llamadas y tuvimos reservados estos ryokanes en los que no se habla inglés.
Ya verás cuando estemos allá... esto si que será de risa.
2- San. Me encanta cuando después de tu nombre le añaden el San (señorito/señorita). Creo que el uso de este sufijo es en contexto cortés y cómo ellos son tan educados, amables, sirvientes... pues en casi todos los mails que nos cruzamos, nos llamaban San.
3- El calor será insufrible. Una compañera que en estos momentos está en Japón, nos dice que hay mas calor y mas humedad que en Bcn. Durante todo el día estás sudando y tienes que hidratarte constantemente. Los hombres se colocan una toalla en el cuello para secarse el sudor y algunas mujeres también.
Habrá que mentalizarse e intentar evitar las horas de mas sol. Me recomiendan visitar museos, ir de compras y eso, en horas de mas sol. Así disfrutas del aire acondicionado.
Ya nos veo como ellos con paraguas para evitar el sol y toalla para el sudor
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